¿Estás viviendo la vida que quieres vivir?
Quizás sea la gran pregunta, que deba hacerse el Ser Humano; también, la más temida por su respuesta. Una vez hecha y respondida, tendría que aceptar y asumir la respuesta; aun cuando no sea la deseada. En tal supuesto, debería emprender un camino de búsqueda sincera, acorde con la vida que le gustaría vivir; lo cual conlleva un compromiso voluntario y personal.
Hay quienes lo intentan. Deciden cambiar su vida, poner atención en atraer todo lo que contribuya a crear su nuevo camino. Será un buen gesto, un cambio de actitud; pero se darán cuenta de que no es suficiente, porque no tienen la habilidad para solucionar o aliviar, todos y cada una de sus inconformidades. Surge la frustración, la impotencia, la sensación de incapacidad, la impresión de pérdida en medio del mar…
Si tu tienes el coraje sentirás, que el proceso es irreversible, no podrás mirar más a otro lado. Así, decides buscar ayuda. No tienes ninguna patología o desequilibrio psicológico, que incida sobre tu nuevo objetivo; lo cual, no es requisito indispensable para hacerte acompañar. Simplemente, necesitas, quien te ayude a organizar tu vida, marcar prioridades y trazar objetivos claros; alguien que te acompañe en ese trayecto de vida.
Comienza un proceso de compromiso, mutuo. Esa persona, coach, te hará preguntas, que te llevarán a descubrirte y conocerte, verdaderamente. Una vez, encontrado el camino, te verás, disfrutando en el lugar hacia dónde hayas dirigido tus pasos, voluntaria y conscientemente.
Si alguna vez, has pensado en darle un giro a tu vida, no lo dudes más. Inicia un proceso de coaching. Es una decisión madura, acertada y eficaz. Es un entrenamiento de vida, a tu alcance, de utilidad y aplicación continua, para la integración en la vida cotidiana.
¡Vive la vida que quieres vivir!
